Como expertos en la selección y producción de levaduras no-Saccharomyces y bacterias lácticas, hemos desarrollado muchas soluciones naturales, y eficaces aplicables desde la vid hasta el vino, para bioproteger la uva, el mosto o el vino frente a los microorganismos contaminantes o frente a la oxidación.
El uso de determinadas levaduras no Saccharomyces en uvas o mostos en lugar de añadir SO2 es una práctica de bioprotección. Algunas de ellas también pueden tener una doble acción: una acción antimicrobiana y una acción antioxidante.
La inoculación de bacterias enológicas seleccionadas es una práctica de bioprotección y su inoculación temprana en el mosto en fermentación reduce el crecimiento de microorganismos indeseados como Brettanomyces y otras bacterias lácticas indeseadas.
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